- * YuneA * -

..every night I see the world bleed..

jueves, 7 de octubre de 2010

Y llego la impotencia; hay cosas que no tienen remedio...

"Bienvenida, esta es la historia de tu vida, desde tu nacimiento hasta tu sustitución."

Me quede mirando fijamente a Reginald, a medida que él iba pasando sus propias hojas su voz inundaba mi mente, como si de una onda en expansión se tratase. Las páginas iban pasando una por una, mi mente se llenaba de imágenes constantemente, lo único que oía era la voz de Reginald, narrando y explicando todo cuanto pasaba.


- ¡¡Yunea!!
Desperté rápidamente del trance, Reginald resbaló de mis manos y cayó al suelo, cerrándose y fingiendo ser un libro normal y corriente. Me di la vuelta lo mas rápida que pude, procurando mantener la compostura.

- ¿Estás... llorando?
Mis ojos estaban llorando de manera involuntaria. Intenté pasarlo por alto y averiguar qué es lo que había pasado...
- Lord, ¿a qué viene tanto escándalo?
- ¿Mm..? ¡Ah! Sí. Elanore me mandó a buscarte, parece que tiene algo muy importante que decirnos...
- Entiendo... sea pues.

Nos pusimos en marcha. Lord estaba muy inquieto, apenas me miraba y no era capaz de pronunciar palabra alguna.
- Lord, ¿estás bien?

No hubo respuesta.


Al cabo de una media hora, nos encontrábamos en la catedral donde desperté por primera vez. Elanore nos estaba esperando en el umbral de la puerta.
- Jack, déjanos solas. Ya -Lord se quedo esperando en la entrada, Elanore y yo entramos dentro-. Querida, ¿realmente deseas saber quién es El Barón?
- Bueno... -dije pensativa-, Reginald me dijo que Víctor sólo era uno de sus secuaces, lo cual explica la facilidad de exterminio que tuvimos... pero no sé -comentaba mientras subíamos al segundo piso y me dirigía a la ventana-. Si aún hay alguien ahí fuera que pueda ser una amenaza para nosotros, prefiero asegurarme de que nadie más me robe mi vida...

Elanore se posó sobre mi hombro. Me miró inquieta, sabía que algo rondaba por mi mente y que no era nada agradable...
- Puedes preguntarmelo.
- ¿Ah?
- Hija, sé que esa pregunta ronda por tu cabeza. Y si realmente quieres saber la respuesta, sólo tienes que preg...
- Es mi padre, ¿verdad?

Elanore guardó silencio y asintió. Repentinamente, se dió la vuelta y bajó a la entrada.
- ¡Madre! -salí corriendo tras ella.

- ¡¡¡JAAAAAAACK!!!

Recordé entonces lo que me dijo Réginald.
"Entoncés oirás un grito desesperado y lo que más ames en este mundo desaparecerá ante tus ojos, sin que tú puedas evitarlo."

Cuando llegué al exterior, Lord estaba en el suelo:
- Lord, Lord, ¡¡LORD!!
- My Lady... hasta... siempre.

Aún trato de recordar exactamente lo que pasó a continuación... todo se volvió nubloso, mi cuerpo se desplomó sobre Lord, perdí el conocimiento.

Las horas siguientes trascurrieron como si la vida no existiese. Morganna y Chase me llevaron a casa y me tumbaron sobre la cama de Lord. Yo no era consciente de cuanto ocurría, las figuras pasaban constantemente a cámara rápida.
Elanore no se despegó de mi lado en ningún momento, intentaba hacerme reaccionar pero... para mí la vida sin Lord era un sinsentido, lo único que podía hacer era esperar que volviese o que mi hora llegase lo antes posible.

No recuerdo cuántos días pasé en este extraño trance, Morganna aún me asegura que fue todo un mes...




Salí de la habitación vestida con unas medias negras rasgadas cubiertas a media rodilla por una falda picada granate cubierta por un cinturón de calaveras que hacía de separación de mi cuerpo ya que, por encima, todo cuanto me cubria era una camiseta minimamente holgada de un morado oscuro con rosas negras deformes; y en mis manos, unas cadenas de plata.
Morganna y Chase se quedaron absortos ante la imagen:
- Yunea... -seguí caminando hacia la despensa, cogí una bolsa de 0+ y me dirigí ante Réginald- Oye... nosotros...
- Dejadme sola. Largaos de aquí, no quiero que tengáis que presenciar lo que va a ocurrir.

Pese a que Sentí sus miradas clavadas en mi espalda, en seguida abandoraron la casa, Elanore incluida. Sabían que me proponía hacer algo bastante serio y que necesitaba intimidad y concentración para conseguirlo, por lo que supongo que no desearon contradecirme...